Como Aprendices de Brujo:
¿Es peligrosa la Nanotecnología?
[SEPA/Diario El Peso] Como extraída de una novela fantástica, la nanotecnología ofrece infinitas posibilidades, como la de crear materiales más fuertes que el acero pero con el 10% de su peso, de generar sensores moleculares que puedan detectar y destruir células cancerígenas en sectores delicados del cuerpo humano como el cerebro, de multiplicar en forma exponencial, las ya extraordinarias aplicaciones informáticas, etc. Sin embargo y al igual de lo que aconteció con otros logros tecnológicos, han surgido voces de alarma sobre la posibilidad de que esta nueva tecnología genere consecuencias insospechadas, perjudiciales e incontrolables para la salud humana.
Para tener una dimensión real de lo que es esta tecnología, es necesario imaginarse partículas ínfimas con capacidad para alterar genes, proteínas, virus y otras células o de generar nano-materiales con nuevas propiedades que influyen [ya en la actualidad] en la vida cotidiana de los seres humanos. Ropa y artefactos de cocina que no se ensucian, cremas solares con protección solar total, artefactos deportivos como raquetas y palos de golf que usan los grandes campeones de estas disciplinas, etc.
La nanotecnología estudia, diseña, crea, sintetiza, manipula y aplica materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nano-escala. La materia a esta escala ha revelado propiedades y fenómenos hasta hoy desconocidos y ello llevó a los investigadores a tratar de aprovechar estos descubrimientos.
Una de las posibilidades más prometedoras surge a través de la bio-nanotecnología que propone diseñar y construir células artificiales que podrían llegar a ser más eficientes que las células biológicas ordinarias, como por ejemplo en su función de oxigenar la sangre o de combatir virus.
Un polímero es simplemente una cadena de moléculas más pequeñas que se han entrelazado. La celulosa en las plantas y la lana en las ovejas, son polímeros naturales. Podemos encontrar polímeros fabricados por el hombre en muchas formas, desde medias de nylon hasta repuestos para coches o relleno para muebles.
Los polímeros empleados en los Polimerosomas son más grandes y pesados que los de las moléculas naturales de las membranas celulares: tienen un peso molecular por encima de 3.600, comparado con un peso aproximado de 750 para los fosfolípidos, las moléculas ácido grasas empleadas por las células.
Las moléculas artificiales pueden fabricarse con una importante característica, que también comparten muchas moléculas naturales; pueden ser transformadas en anfifílicas mediante ingeniería, de modo que un extremo busque agua y el otro la evite. En una solución acuosa, este tipo de moléculas se une espontáneamente formando una doble capa con sus extremos hidrófobos [que no toleran el agua] en el medio y sus extremos hidrófílos [que toleran el agua] hacia el exterior.
Sin embargo, a pesar de la extensa lista de posibilidades de la nanotecnología, su uso y experimentación indiscriminados y descontrolados, genera el riesgo que en su manipulación no se tomen las precauciones que caracterizan a los ensayos clínicos necesarios para su aplicación a seres humanos.
Dado su pequeño tamaño no se sabe si estos nano-materiales pueden atravesar la piel, viajar por el torrente sanguíneo, dañar órganos. También se ignora si su alta reactividad podría alterar en forma imprevista, partes de la célula. Surge en el horizonte una nueva “especialidad” la de la “nano-toxicología”.
Entre los usos no médicos de esta nueva tecnología están las nano-partículas de dióxido de titanio que hacen transparentes a las cremas solares, las nano-partículas de plata, utilizadas en la indumentaria deportiva por sus propiedades bactericidas y las nano-fibras de carbono utilizadas en la industria automotriz.
La agencia Independiente Argenpress advierte sobre estudios científicos que relacionan severos daños en la salud y el contacto humano con nanopartículas:
“Según un artículo publicado en el European Respiratory Journal (Diario Respiratorio Europeo) por un grupo de investigadores chinos dirigidos por Yuguo Song, del Departamento de Medicina Profesional y Toxicología Clínica del Hospital Chaoyang, Beijing, 7 mujeres jóvenes cayeron seriamente enfermas después de trabajar en una fábrica de pintura que utilizó nanotecnología. Los trabajadores sufrieron daño severo y permanente en sus pulmones y erupciones en cara y brazos. Dos, mientras las otras cinco no mejoran después de varios años”.
Los mismos materiales, convertidos en nano-partículas manufacturadas, tienen propiedades y efectos diferentes y desconocidos que los que tienen en tamaños convencionales. No se sabe con certeza si los mecanismos de defensa del hombre y de otros organismos de la naturaleza podrán advertir la presencia el nano-material extraño y reaccionar en forma adecuada. El problema se agudiza ante la posibilidad de la auto-replicación o propagación [hoy sólo una hipótesis] de estas nano-partículas lo que garantiza su persistencia y aumento en el entorno con el consiguiente impacto sobre el medio ambiente.
La inhalación de nano-partículas puede afectar no sólo los pulmones sino desplazarse hacia otros órganos como el cerebro, el hígado, el bazo y en el caso de las mujeres embarazadas hasta el feto.
Otro problema que plantea la manipulación con nano-partículas es la dificultad de su detección [tanto en gases como en líquidos].Sólo los microscopios electrónicos pueden detectarlas y no existe instrumental portátil para monitorear su exposición en el medio ambiente. A ello se agrega que no existe un criterio único sobre cuáles son los parámetros más adecuados para evaluar la exposición del ser humano a las nano-partículas.
La exposición de los seres humanos a las nano-partículas es una realidad presente, que crece en forma geométrica a medida que los laboratorios descubren nuevas aplicaciones y la industria las utiliza. Sus consecuencias son desconocidas por estos nuevos alquimistas del siglo XXI. El problema es que en esta nueva y excitante Edad Media, algún aprendiz de brujo en su búsqueda de la Piedra Filosofal, pueda desatar una nueva peste global, que en esta oportunidad no será negra sino invisible.
En la imagen: Representación animada de un nanotubo de carbono [Wikipedia]
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